Tanto que se está hablando de las prostitutas, para mi princesas de la noche, les dedico este poema con todo mi cariño. Creo que cada persona elige su forma de vida, y eso esan respetable y tan humano como cualquier otra decisión. Creo que deberíamos pensar muchas veces que haríamos nosotros en una situación limite, que haríamos si nos engañaran, si nos ofrecieran una vida mejor, un trabajo y cayeramos en las redes de la gente sin escrupulos, sin pudor, sin ningún tipo de amor a nada, simplemente el amor al dinero….creo que se merecen un respeto. Yo condenaria a los que se aprovehan de esas personas, condenaria a esos que las explotan, a esos que las tratan como animales, a esos que no tienen ni un ápice de sensibilidad.
A ellas las princesas de la noche va dedicada esta poesía.
Mujeres en la calle
Dulce viento que arrasa las mañanas
rio que adormece los lirios
aire que riza mis sentidos
frio que entre en mis entrañas
calles desiertas en la madrugada
voces silenciosas, gritando a las mañanas.
Sueñan con un amanecer sin migrañas
sin dolor, sin pena ni gloria.
Mujeres, soldados, esclavas,
de una vida sin decencia ni historia,
detrás vidas rotas, sueños imposibles,
Lloran en los rincones de esas esquinas,
lloran en los portales de sus faenas,
sin saber ni cómo ni dónde empezó
ese su gran mal sueño, su desilusión,
su andanza por mundos sin corazón.
Pequeñas muñecas de porcelana fina,
cuerpos esbeltos, caras sorprendidas,
en la noche amantes, de día esclavas
de un mundo sin esperanzas,
en un mundo sin personalidad,
se preguntan al amanecer quien son,
que hacen, que les espera, crueldad,
quizás suerte, una estrella que caerá
y las recoge en medio de la calle.
Esas son ellas las mujeres de la calle.
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