19 de marzo de 2010

Carta al infinito

Esta carta la escribí un día 2 de febrero de 2009, aunque fue en esos momentos lo que sentía, en algunas ocasiones la guardo para volverla a enviar, aún no he tenido respuesta…quizá el infinito está lejos, y tardara en llegar. No pierdo la esperanza, de que un día llamen a mi puerta y me traigan esa carta que espero, llena de alegría, sentimientos,amor,cariño y sensibilidad.


Querida tierra, mar, aire, firmamento:

En estos momentos de mi vida, estoy tan perdida que no se si alguna vez podré encontrar esa luz que da la salida, esa luz que alumbra ese camino de serenidad, de tranquilidad, de desasosiego.

Vengo hace mucho tiempo sintiendo una especie de angustia que me lleva a lugares inhóspitos, a extrañas circunstancias, a dejarme llevar por una corriente que lo único que consigue es llevarme a la
desesperación. No se como salir, no se como reprimir cuando la fuerza
de esa condición me ciega completamente, y entonces esa vestia de razón
se apodera de mi. Es como si alguien en mi interior me estuviera
empujando, hasta llegar a convencerme de que eso que hago es lo
correcto. Cuando pasan las horas, los momentos de excitación, entonces
recupero en sentido y me doy cuenta de lo que hay a mi alrededor, de lo
que he hecho y entonces es cuando la sombra de la amargura se apodera
de mi.

A veces soy tan feliz, otras sin embargo no soporto la vida, esa vida que tengo, pero no quiero, esa vida que vivo sin vivir, pienso montones de veces que soy una de esas personas indecisas, esas personas
que no saben bien lo que quieren, lo que realmente desean, porque si lo
fuera, tendría el valor de enfrentarme a todas esas sombras, a todos
esos personajes que se meten en mi mente y anulan por completo mi
conciencia.

Querida tierra, mar, aire, firmamento…me gustaría que con vuestra luz, vuestra serenidad, vuestra fuerza fueráis capaces de ayudarme, de hacerme ver las cosas de otra manera, se que pensareis que hay gente
peor que yo, que soy una privilegiada, y no lo niego, prácticamente
tengo de todo, bueno de todo, menos sentido común en muchas ocasiones,
soy pasional, rebelde, inquieta, positiva, a veces loca, y si quiero a
la vida más de lo que muchos creen.

Pero, en ocasiones, mi mente se cierra por completo a eso que llaman raciocinio, a eso que llaman sentido común, quizás debí de nacer en otra época, en otro lugar, en otro mundo.

No soy nada materialista, al contrario me pierde el poco sentido que le doy a todo lo material. Por que soy de las que cree que cuando dejamos de vivir en esta tierra nadie se lleva nada, no hay equipaje,
ropa, joyas, maletas que puedas embarcar como cuando nos vamos de
viaje. Lo único que nos llevamos es todo lo que hemos vivido, lo que
hemos amado, lo que hemos sentido, y lo demás lo dejamos todo. Hasta
los sentimientos los dejamos, si, los dejamos en las personas que se
quedan, en ellos vivirá el recuerdo de lo que fuimos, hicimos y vivimos
con ellos.

Ahora estaba pensando que ojala me contestarais, ojala supierais la soledad que siento en muchos momentos, la necesidad de compartir eso que me gusta, que siento, y no tengo más que extrañas sensaciones de
sombras que flotan en mi mente sin saber quienes son.

Esta carta la tirare al buzón de la atmósfera, al profundo océano, al fondo de los pozos haber si alguien la encuentra, y entonces me responde….quizás no llegué nunca a ningún lugar, quizás se moje y las
palabras se deshagan en pequeños pedazos ilegibles, quizás el viento se
la lleve lejos, muy lejos a lo alto quizás de una gran montaña y cuando
amaine se deslice suavemente por la ladera hasta quedarse parada al
lado de un gran roble…..

Solo deseaba desahogarme, solo quería que alguien aunque fuera el aire, las estrellas, el mar o las montañas sintieran por un momento mi sentir, mi angustia, mi dolor de alma

Me despido hasta otro momento, espero que llegué a su destino y que quizás tenga alguna respuesta.

Con todo mi corazón a todos aquellos que me escuchan.

La Soledad.

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