7 de julio de 2009

Iñaki -último capítulo y final-



Continuación….

Se levantó fue hacía la puerta de la habitación de Roke y escuchó pegando el lóbulo de la oreja en la fría puerta de madera, se oían susurros, no hablaba, simplemente el sonido del placer, eran dos voces diferentes, no sabía que hacer entrar o esperar que acabaran lo que estaban haciendo. Iñaki seguía pegado a la puerta, no podía dejar de escuchar, intentaba y rogaba que hablaran, que dijeran alguna palabra, pero lo único que se oía era el quejido del placer.

Aturdido, se separo de la puerta y fue a la cocina, bebió un vaso de agua fría, estaba temblando, le sudaban las manos, empezaba a sentir esa irá, ese odio que se siente cuando alguien te traiciona, pero Roke no lo había traicionado, nunca había tenido más relación que la pura amistad, compañeros desde niños, pero nada más. No tenía ningún derecho a odiarle, él hacía su vida, y nadie tenía derecho a inmiscuirse en ella.

Pero, la tensión se estaba apoderando de Iñaki, abrió el mueble bar cogio una botella de Ginebra, la abrió y sin pensarlo empezó a bebérsela como si fuera agua, de un trago se había bebido la mitad, la cabeza ahora le empezaba a dar vueltas, se sentía mal y le empezaban a entrar nauseas, casi sin conocimiento se fue directamente a la puerta de Roke, cogió la maneta de la puerta y de un empujón entró en la habitación.

La imagen captada por sus ojos hizo que de repente vomitará como pocas veces lo había hecho, una gran bocanada de ginebra, que era lo único que llevaba en el estomago a esas horas de la noche, ya que no había comido nada durante el día, salió en forma de fuente de su boca ensuciando el suelo. Allí estaban, uno encima del otro, al principio no creyó lo que estaba viendo, pero el impacto de aquella imagen había hecho que se le pasará el mareo, de repente estaba más sereno que nunca y delante suyo Roke y su jefe, el señor Tomás Ripley, era una locura, no estaba pasando, aquello era un sueño.

Roke se levantó de la cama tapándose sus partes con la sabana de color granate y fue hacía Iñaki.

- lo siento, siento no haberte avisado que tenía una cita. –Roke tranquilamente le estaba dando una explicación que Iñaki no podía ni quería entender.

- Pero, ¿que estas haciendo?, te estas tirando a mi jefe, que pasa aquí, ¿tu no eras el ligon el chico guapo, el tío bueno que se lleva a todas las tías?….¿dime que no es verdad?…pellízcame y despiértame de este sueño por favor Roke, no me digas que esto está sucediendo, por favor…-Iñaki empezó a llorar desesperadamente, tenía el rostro descompuesto,sin color, había perdido su tono rosado, y los ojos una forma que parecía que había enloquecido.

- Lo siento, nunca te dije nada porque creí que no lo entenderías…perdóname, se que nos lo contamos todo, pero esto era demasiado violento para mi, durante años he estado oculto en un mundo del que no podía salir, mis estudios, mi trabajo y posición no permitían que revelara mi condición, mis gustos, mi forma de ser, tu no te has enterado, así que creo que lo he conseguido ¿no crees?, tantos años oculto, tantos años tapando, sufriendo por dentro lo que nadie imagina. No es que no confiará en ti, pero pensé que quizá nunca me entenderías, que al decírtelo te daría asco, me rechazarías como amigo y compañero de piso y…-Iñaki interrumpió con un grito.-

- Calla!!!! Callaaaaaa!!!…me das autentico asco, eres un desgraciado, un inmundo repugnante y creo que solo miras por ti, eres un autentico egoísta, no sabes lo que has hecho, no te puedes imaginar el daño que me has hecho…

- ¿Sabes..?.. ya sabía yo tu reacción, sabía que no podía contar contigo, me despreciarías como lo estas haciendo ahora, por eso no te dije nada, por eso…

- Tu eres el que debes callar, el que deberías haber tratado de ser sincero, de contarme lo que sentías porque yo..yo..yo llevó muchos años como tu, si, muchos años enamorado de ti, sufriendo en silencio la peor de las torturas que alguien puede pasar, pero a ti te importaba más “el que dirán” que la vida de los demás….

- Peroooo, ¿Qué dices?, que estas enamorado de mi….!por favor!…-contestó atónito Roke y con una especie de sonrisa sarcástica en sus labios ante la declaración que le estaba dando su amigo. ¿Estarás bromeando, no?…

En ese momento el jefe de Iñaki se levanto de la cama y atónito también ante aquel espectáculo se vistió y les rogó que le perdonaran tenía que irse, tenía que ir a casa con su esposa.

Entonces Iñaki se giró hacía aquel hombre lo cogió por el cuello y lo tiró al suelo aplastándolo con todas sus fuerzas contra las baldosas, él encima, la cara del jefe se estaba tomando un color morado, Roke intentaba separarlo, pero la fuerza de Iñaki era desmesurada, jamás había visto nada igual, jamás había visto a Iñaki en el estado mental y físico que se encontraba en esos momentos, se puso a gritarle pero era imposible, no estaba en su sano juicio, se había vuelto loco.

Roke cogió un jarrón que tenía en la estantería y sin pensarlo le golpeo la cabeza a Iñaki, este soltó inmediatamente al hombre. Lo levantó y lo intento reanimar, había estado durante unos minutos sin prácticamente aire, le costaba respirar y tosía sin cesar. Roke le dio el abrigo y le dijo que desapareciera, que no contará a nadie, aquel suceso tenía que quedar en el más absoluto silencio, aquello no saldría jamás de aquel apartamento, el hombre se marchó del apartamento.

Iñaki estaba inconsciente en el suelo, le había dado un fuerte golpe, pero no mortal, ahora intentaría reanimarlo y curarle la herida.

Pasaban las horas y no despertaba, Roke estuvo toda la noche a su lado, hasta que a las seis de la mañana se despertó.

- Hola amigo! Vaya veo que no estas muerto, sabes eres un idiota, pero, buen tío, ¿sabes?.. me podías haber dicho que te gustaban los hombres, no es un pecado, no te van a matar y posiblemente no hubiera sucedido nada de lo que hoy a pasado. Te voy a contar algo que no esperas. Desde que era pequeño sentía un algo por las personas de mi mismo sexo, cuando estudiaba en el instituto ¿Por qué crees que iba con las mujeres más guapas?, no quería que nadie supiera mi condición, en aquellos tiempos si se hubiera descubierto me hubieran catapultado, se habrían encargado de que no llegará a ser lo que soy, tenía que inventarme esa apariencia de ligón, de rompe corazones, pero jamás estuve con ninguna de ellas, salíamos, tan solo eso, salíamos, jamás he besado a una mujer, ni tan siquiera en la cara, me repelía ese contacto, era algo que no podía evitar. Sin embargo tuve una gran amiga, ella siempre supo lo que sentía y ella me respeto, jamás lo dijo a nadie, me guardo el secreto y eso para mi fue un desahogo. Ella me animaba, me consolaba y me hacía sentir libre. Cuando empezamos la carrera, yo sentía algo muy profundo por ti, pero no quise hacerte daño, creía, como tú lo creías de mí, que te gustaban las chicas, pero como eras tímido, eso te impedía tener relaciones con ellas, así que intenté por todos los medios olvidarme de ti. Siempre te he querido, siempre has estado en mi vida, y sobre todo en mi corazón…

- Si eso es cierto ¿Qué hacías con mi jefe?…¿como te has podido acostar con esa persona?, no lo entiendo.

- Mira, tu jefe es de otra generación, él nunca saldrá…, siempre estará sumido en ese estado de melancolía, de miedo, de falsedad, tiene cincuenta y seis años, ¿crees que si ahora dijera que es gay todos les felicitarían, todos le abrazarían por el valor que ha tenido, todos les apoyarían, no, simplemente lo asesinarían, metafóricamente hablando, harían de su vida un infierno, perdería el trabajo, la familia todo. Yo lo único que hago es darle de tanto en tanto, un poco de felicidad.

- ¿Crees que a eso se le llama “felicidad”? …por favor eres patético, como puedes llamar a la prostitución, felicidad, crees que soy gilipollas.

- No, no lo eres, pero te advierto que te controles y no llames a las cosas por lo que no son, eso no es prostitución, él no me paga, ¿vale?, creo que deberías ir a la ducha y darte una buena ración de agua fría para calmarte.

A partir de aquella noche Roke y Iñaki empezaron una nueva vida, aclararon muchas cosas, vivieron juntos como pareja y al cabo de tres años se casaron, a pesar de las críticas, los abucheos, y demás situaciones que tuvieron que sortear vencieron, venció sobre todo el amor. El jefe de Iñaki pidió la jubilación anticipada por motivos familiares y personales, jamás se supo nada de él.

Dejó la empresa a cargo de Iñaki lo hizo socio mayoritario vendiéndole el cincuenta y dos por ciento de las acciones, jamás comentaron aquel suceso, por otra parte Roke montó una empresa de recambios electrónicos para grandes empresas. Siempre habrá algún peldaño en mal estado, siempre habrá una piedra en el camino, pero nunca en tan mal estado, tan carcomida o tan pesada que no se pueda separar o retirar del camino. Cuando Iñaki murió, después de cuarenta años de relación, Roke ingreso en un centro Social para homosexuales, era un centro, no para esas personas sino al contrario para personas heterosexuales, allí se les hacía ver, se les explicaba y se les demostraba que las personas de distinto sexo no son diferentes, no son raras, sino que son “alguien más” en este mundo al que debemos respetar, porque con el respeto se llega siempre a la verdad.

En una sociedad como la nuestra en que todavía quedan y quedaran residuos de pensamientos, opiniones, y creencias de que la homosexualidad es un pecado, una enfermedad, siempre encontrarás a alguien que te puede demostrar que nada de eso es cierto, y que el respeto es la única arma en este mundo que hace que las sociedades sean capaces de vivir en plena libertad.

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