18 de febrero de 2009

Entrando en el invierno de la vida.


18 02 2009

Dedicado a todas esas personas tan queridas que van entrando en ese invierno de la vida, de ellas cogemos el calor, la bondad, la experiencia para pasar las estaciones que nos quedan, para acordarnos que ellos estuvieron siempre con nosotros.Marian

Tu cuerpo entrando en invierno

Tú cuerpo entrado en oscuro invierno,

tú cara dejando el ventoso otoño

tus manos caminos y ríos recorridos,

tus cabellos, tonos plateados al viento,

tú, solo tú, como era en antaño.

Mujer de piel, dulce, fresa y tersa,

tu mujer que vive sin prisa,

sentada en ese rincón improvisa,

un hogar que fue corazón, desazón, emoción,

ahora tan solo persiste la soledad.

En tú mirada perdida,

siento que no te queda nada,

lloras, sin llorar, querida, amada,

escapando de tus penas,

olvidando tus viejas heridas,

marcadas en cada surco de tu piel,

tu rostro saluda a este cruel invierno,

tus manos cansadas, rezan en silencio,

tus cabellos revueltos al viento

de ti día a día se van despidiendo,

día a día de ese absurdo sufrimiento

se van poco a poco despidiendo.

Mujer que muere con prisa, sin brisa,

callada, pensativa, menuda,

te vas dejando huella, sendas

perpetuas, cicatriz imborrable

para mi amada y querida

mujer entrañable, eterna e inolvidable.

1 comentario:

Liliana G. dijo...

¡Qué hermoso Marian! Nos has regalado un poema puro sentimiento y verdad.
Un gran beso, amiga.